Wednesday, November 28, 2007

WiMax frente a todos

Los reyes del acceso a Internet por banda ancha son el ADSL y el cable, con WiFi para llevar la Red por el aire dentro de un espacio de unos centenares de metros y UMTS para hacerla completamente móvil (aunque de un coste muy superior). WiMax viene a trastocar un poco los planes de todas estas tecnologías, pues a todas les puede llegar a afectar de alguna manera. La instalación es mucho más barata que la del UMTS o las redes de cable; una pequeña inversión será suficiente para cubrir una ciudad entera con servicios de voz y datos sin necesidad de abrir zanjas.
En principio WiMax no compite con WiFi, pues permitirá conectar los puntos de acceso (hotspots) de WiFi entre sí. De la misma forma, puede desarrollarse en paralelo a los accesos por banda ancha ofrecidos por las redes de cable y ADSL. Sin embargo, si se convierte en un estándar de uso generalizado y se despliega de forma masiva, podría reemplazar a otros tipos de conexión, e incluso amenazar a la telefonía móvil de tercera generación. La firma de investigación TelecomView destaca en un estudio las buenas opciones de WiMax para acaparar hacia 2009 buena parte de la cuota de mercado del UMTS y el ADSL, tecnologías que en algunos casos puede complementar pero en otros sustituir.
La última milla
La batalla actual entre los proveedores de acceso a Internet está en la última milla, el bucle local o tramo del cable que llega hasta los hogares. El desarrollo de WiMax podría acabar con el dominio del mercado del que disfrutan los propietarios de las líneas que van desde las centralitas a cada domicilio (en España casi en exclusiva de Telefónica). Con esta nueva tecnología, cualquier proveedor podrá ofrecer acceso a Internet de banda ancha directamente a las casas, sin necesidad de tender una red de cable hasta cada hogar. Y, aunque WiMax nació con el objetivo de cubrir la última milla, también será capaz de ofrecer una alternativa a las conexiones por cable y ADSL.
También representa un serio rival, al menos a medio plazo, para la telefonía móvil de tercera generación (UMTS). La señal de radio de WiMax atraviesa hasta el hormigón, mientras que basta la niebla para deteriorar la de UMTS, que debe desplegar antenas en el interior de los edificios para ofrecer cobertura. Las nuevas operadoras móviles podrían emplear el estándar WiMax para competir con la telefonía 3G, aunque esto dependerá de los organismos reguladores. De hecho, hay un periodo de restricción (hasta 2007) destinado a que los operadores intenten recuperar sus cuantiosas inversiones en el despliegue de UMTS.
Pero aunque WiMax pueda ser un adversario de UMTS en zonas metropolitanas, será difícil que se despliegue una red que cubra todo el territorio y compita en movilidad con las redes de telefonía. Sin embargo, la siguiente revisión del estándar, 802,16e (conocido como WiMax móvil), sí que aparece como alternativa sólida a las redes de telefonía 3G. Por lo que pueda pasar, los operadores ya trabajan en una nueva red (Súper 3G), diez veces más potente que la actual. Brian Subirana, profesor del IESE, cree que para que la telefonía móvil de tercera generación sobreviva a la amenaza de WiMax deberá bajar sus costes de forma radical, convertirse en un servicio ubicuo y llegar a ser un estándar generalmente aceptado, algo que con sus cualidades no parece muy complicado.

1 comment:

Anonymous said...

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